La automatización de pipelines es hoy una pieza crítica para el desarrollo moderno de software. Sin embargo, un nuevo estudio demuestra que muchas empresas aún operan con procesos lentos, manuales o descoordinados. ¿Qué significa esto en términos de eficiencia, seguridad y calidad?
En este artículo analizamos los hallazgos más relevantes del 2025 State of CI/CD Report y cómo estos afectan a los equipos de desarrollo en empresas chilenas y latinoamericanas.
El dato que debería alarmarte
Según el informe publicado por DevOps Institute y DZone (vía PR Newswire), el 67 % de los equipos no logra construir ni testear su ambiente en menos de 15 minutos. A esto se suma que el 64 % aún realiza despliegues manuales.
Estas cifras reflejan una preocupante falta de madurez en pipelines de integración continua y entrega continua (CI/CD), incluso en organizaciones con alto volumen de desarrollo.
¿Por qué es un problema grave?
Cuando los pipelines son lentos o manuales:
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Aumentan los ciclos de entrega.
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Se eleva el riesgo de errores humanos.
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Los equipos pierden visibilidad sobre el estado real del software.
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Las pruebas se vuelven superficiales o inconsistentes.
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Los cambios llegan más tarde al cliente.
Todo esto compromete no solo la velocidad, sino también la calidad, la seguridad y la resiliencia de tus sistemas.
Cuellos de botella frecuentes
El estudio también identificó barreras comunes que impiden mejorar los pipelines:
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Falta de herramientas integradas: muchas soluciones se conectan mal entre sí o requieren pasos manuales.
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Resistencia cultural al cambio: aún se privilegia la “estabilidad” por sobre la mejora continua.
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Falta de métricas claras: sin datos concretos, los equipos no logran visualizar cuán lentos o ineficientes son sus pipelines.
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Ambientes inconsistentes: diferencias entre desarrollo, staging y producción generan fricción y bugs difíciles de rastrear.
¿Qué puedes hacer para mejorar?
Algunas acciones concretas para elevar la madurez de tus pipelines:
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Auditar los tiempos reales de build, test y deploy.
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Eliminar tareas manuales: lo que no está automatizado, es riesgo.
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Implementar ambientes reproducibles: contenedores, infraestructura como código, etc.
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Usar métricas de entrega continua, como Lead Time for Changes y Deployment Frequency.
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Capacitar al equipo no solo en herramientas, sino también en cultura DevOps real.
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Conclusión
Una pipeline lenta es un freno silencioso al crecimiento de cualquier negocio digital. Y aunque muchas empresas crean tener procesos eficientes, los números muestran otra realidad. Automatizar no es un lujo: es una necesidad para competir en un entorno donde la agilidad y la calidad deben ir de la mano.
¿Tu equipo puede testear y desplegar en minutos o aún depende de pasos manuales?
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