Antes de invertir grandes recursos en desarrollar una solución digital, hay una etapa clave que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso: el MVP. Este primer paso permite validar una idea, reducir riesgos y avanzar con foco en lo que realmente importa: resolver un problema real para un usuario real.
En este artículo te explicamos qué es, por qué deberías considerarlo en tu próximo proyecto y cómo desarrollarlo de forma inteligente para tu empresa.
¿Qué significa MVP?
MVP son las siglas de Minimum Viable Product o Producto Mínimo Viable. Se trata de una versión simplificada de un producto, diseñada con las funcionalidades esenciales para cumplir su propósito central y ser utilizada por los primeros usuarios.
La meta de un MVP no es “lanzar algo a medias”, sino validar rápidamente si la propuesta de valor funciona, si hay interés real en el mercado y si vale la pena seguir invirtiendo.
¿Por qué es clave partir por un MVP?
Crear un producto digital completo sin haber validado el problema o la solución es una apuesta riesgosa. Con un MVP puedes:
➤ 1. Reducir costos y tiempos
Evitas gastar meses desarrollando funcionalidades que podrían no ser necesarias. Solo construyes lo mínimo indispensable.
➤ 2. Validar con usuarios reales
Obtienes retroalimentación desde el primer momento, basada en el uso real del producto, no en suposiciones internas.
➤ 3. Corregir antes de escalar
Detectas errores o mejoras antes de que sea muy tarde o costoso cambiarlos.
➤ 4. Atraer inversión
Un MVP funcional es una excelente herramienta para presentar ante potenciales inversionistas o socios.
➤ 5. Alinear equipos
Con un alcance acotado, los equipos de desarrollo, diseño y negocio pueden enfocarse en un objetivo común y concreto.
¿Qué debe tener (y qué no) un MVP?
Un buen MVP no es una maqueta ni un prototipo sin funcionalidad. Pero tampoco es el producto final.
Debe:
✔ Tener la funcionalidad mínima necesaria para resolver un problema específico
✔ Ser usable y funcional, aunque no esté completamente optimizado
✔ Permitir recopilar información valiosa del comportamiento de los usuarios
No debe:
✘ Incluir todas las ideas que tengas para la versión final
✘ Pretender satisfacer todos los públicos desde el día uno
✘ Sacrificar funcionalidad clave solo por reducir tiempos
Ejemplos reales de MVPs exitosos
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Airbnb comenzó como un sitio web muy básico para alquilar un par de colchones en un departamento. Su funcionalidad era mínima, pero suficiente para validar el interés por alojamiento informal.
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Dropbox lanzó un video explicativo antes de desarrollar toda su plataforma. Fue un MVP sin código que les permitió medir el interés real por una solución de sincronización de archivos.
Estos casos demuestran que no se trata de tener un producto perfecto, sino de una hipótesis validada con usuarios reales.
¿Cómo construir un MVP paso a paso?
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Define el problema que vas a resolver.
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Identifica al usuario: ¿para quién es esta solución?
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Prioriza funcionalidades: ¿qué es lo mínimo indispensable para que funcione?
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Desarrolla rápido, sin perfeccionismo.
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Lanza y mide: analiza cómo lo usan, qué piden, dónde fallan.
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Itera: ajusta o mejora según resultados.
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Conclusión: Validar antes de escalar
Construir un MVP es una estrategia inteligente para cualquier empresa que quiera desarrollar un producto digital sin correr riesgos innecesarios. Es la forma más eficiente de aprender, ajustar y crecer.
En un entorno competitivo, no gana el que lanza primero, sino el que valida mejor.
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